Sin esperanza

PREGUNTA

"El otro día leí que 'los deseos de nuestra vida forman una cadena cuyos eslabones son las esperanzas', yo las estoy perdiendo, no tengo ganas de vivir, no tengo deseos de nada. ¿Me ayudas? Perdona la mala onda".

RESPUESTA

Apreciada amiga:

Me da mucha pena verte sufrir en la forma en que lo estás haciendo.

He visto muchos casos de depresión a lo largo de mi ministerio y del trabajo con jóvenes y sé que cada caso es distinto.

Por favor, por lo que más quieras, no analices tu vida a la luz del momento en que estás viviendo, que no sé qué es lo que es. Pero eso va a pasar, aunque en este momento no lo veas así. Concéntrate en lo que viene, en la luz al final del túnel. Piensa que en algún momento podrás ver la claridad y entender que se abrirán las puertas que te permitan ver con alegría lo que hoy es oscuro.

Concentrarse en las sensaciones que tienes no te ayuda. Toma la decisión de ocupar tu tiempo en alimentar lo positivo. No lo hagas porque lo sientes, sino porque es necesario.

Júntate con gente que es positiva de manera natural, huye de la gente tóxica que contamina tu vida. Visita sitios que alimenten tu espíritu. Lo que te ayuda, la música, paisajes, arte, etc.. Por último, utiliza esas sensaciones de manera constructiva: Escribe poesía, has cartas a gente que está enferma, visita a personas que están en situaciones difíciles… eso te ayudará a ver las cosas en una perspectiva distinta.

No dejes que los que están a tu lado alimenten la sensación de que eres frágil sólo porque estás en un estado depresivo… Ve a un especialista, alguien que te ayude a retroalimentar tu vida y reordenar tus emociones. Probablemente te darán alguna receta de antidepresivos o ansiolíticos, pero no debes olvidar que las medicinas en general trabajan sólo con los síntomas, pero lo más profundo queda, por esa razón necesitas ayuda de un especialista que pueda ayudarte con procesos psicoterapéuticos.

Por último, no te alejes de Dios, que te puede dar la fortaleza, el poder y las energías para continuar adelante, aún cuando las circunstancias que vives sean difíciles.

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Aspirante a escritora

PREGUNTA

"Soy una lectora de sus libros. En este momento estoy releyendo su libro UN NOMBRE NUEVO, es la tercera vez que lo leo y siempre encuentro cosas nuevas. Además, muchas gracias por el blog que ha hecho porque siento que puede responder muchas de mis dudas. Estoy en el último año de secundaria, mi mamá, que es profesora de lengua, me dio un empujoncito para que escriba en un concurso literario, escribí y eligieron entre 1500 participantes y quedaron 150, una de las cuales fui yo. Me gustaría saber algún consejo para escribir, de un escritor. Le agradecería mucho que me contestara".

RESPUESTA

Apreciada amiga:

En primer lugar, muchas gracias por tus halagos. Los escritores necesitamos retroalimentación positiva, porque a menudo la tarea de escribir es una actividad solitaria. Te agradezco la petición que me haces. Me gusta ayudar a otros a que también sueñan con el arte de escribir. Te envio 10 consejos básicos que alguna vez preparé para mis alumnos. Tú decide que es lo mejor en tu caso.

1. ESCRIBIR NO ES INSPIRACIÓN, SINO UN ARTE. Eso significa que nunca debes conformarte con algo que escribas creyendo que es lo último, siempre hay posibilidades de arreglar un texto. La gente a veces piensa que un escritor piensa algo y automáticamente sale en el papel, eso es ilusorio, escribir es trabajar el texto, no tirar palabras sobre el teclado.

2. ELIJE LO QUE LEES CON CUIDADO. La lectura, en el caso de un escritor, es formación. Lee a los grandes autores clásicos, aunque no te gusten, pero siendo maestros en el uso de la palabra podrán enseñarte mucho. En poesía: Pablo Neruda, Amado Nervo, Gabriela Mistral, Mario Benedetti, Rafael Alberti, León Felipe, Nicolás Guillén, Antonio Machado, Gustavo Adolfo Becker, César Vallejo, Miguel Hernández, Octavio Paz, Vicente Huidobro, Miguel Arteche, Nicanor Parra, Rubén Darío, Juana de Ibarbourou, Alfonsina Storni, Emily Dickinson, Rabindranath Tagore, Walt Whitman, etc. En narrativa también a los grandes autores: Jorge Luis Borges, Isabel Allende, Gabriel García Márquez, Miguel de Unamuno, Julio Cortazar, Francisco Coloane, Graham Greene, William Faulkner, Aleksandr Solzhenitsyn, Ray Bradbury, Joyce Carol Oates, etc. Los grandes ensayistas: Harold Kuschner, André Bretón, Fernando Pessoa, Albert Camus, Oriana Fallaci, Giovani Papinni, José Ortega y Gasset, Julían Marías, Jacques Maritain, T. S. Eliot, Romano Guardini, Gilles Lipoweski, etc. Por mencionar a algunos de los que me impresionaron y que me acuerdo ahora al correr del teclado. Léelos, porque ellos han sabido utilizar la lengua y hay que aprender de ellos. Evidentemente no lees para copiar, sino para aprender. Hay jóvenes que creen que no deben leer para no tener influencias, pero eso es necio... Nunca podremos vivir sin influencias, pero si podemos elegir las influencias que deseamos.

3. ESCRIBE TODOS LOS DÍAS. Aunque nunca vayas a publicar lo que escribas. Compra un pequeño cuaderno y anda con él para todos lados. Hace veinte años que incorporé ese hábito y tengo más de 300 cuadernos. Nunca me faltan ideas. Cuando siento que me estoy quedando sin una idea voy a mis cuadernos. Ponles fecha a lo que escribes y numera tus cuadernos. Anota observaciones, ideas que encuentres en libros, ideas que vayas a desarrollar, etc.

4. APRENDE PALABRAS TODOS LOS DÍAS. Una por día. Tu lenguaje tiene que ser superior, en el sentido de tener herramientas para hablar y escribir. Se piensa con palabras y se comunica con expresiones, para poder hacerlo necesitas conocerlas, de otro modo tendrás muchas ideas, pero pocas palabras para expresarlas.

5. CULTIVA EL ESCRIBIR DE MANERA SENCILLA Y SIN ENREDOS LINGÜÍSTICOS O SOFISTICADOS. Los mejores escritores tuvieron la maestría de hacer fácil lo difícil. Los malos escritores son oscuros porque confunden las cosas. Parafraseando a José Ortega y Gasset: "La claridad es la cortesía del escritor".

6. NO TEMAS QUE CRITIQUEN LO QUE ESCRIBES. Haz leer a otros lo que escribes. A veces nos enamoramos de lo que escribimos que no estamos dispuestos a dejar que otros nos den su opinión. Pero, no olvides que escribir es un medio de comunicación, así que en ese sentido, tienes que enviar un mensaje que sea claro. Si temes que te critiquen, entonces, no sirves para escritora. El escritor es pez en pecera. No puede evitar ser cuestionado, examinado, criticado o analizado. Es parte del oficio.

7. LA MEJOR ESCRITURA ES DE AQUELLO QUE MEJOR CONOCES, NO ESCRIBAS SOBRE ASPECTOS QUE NO TIENES IDEA. Tu vida es un buen referente, sólo que escribe no diciendo que es tu vida. Sólo escribe como si hablaras de otra vida. Escribir sobre lo que mejor se conoce es la mejor forma de escribir. A medida que vives, irás incorporando otros elementos que enriquecerán tu escritura. En ese sentido, todo escrito es en cierto modo autobiográfico.

8. CORRIGE, CORRIGE, CORRIGE. No te quedes con textos terminados a la primera no es sabio. Una vez le preguntaron a Pablo Neruda sobre un determinado poema y le mostró a su interlocutor diez versiones del mismo poema... Algo similar escuché de Rafael Alberti. Eso es escribir.

9. NO ASPIRES AÚN A ESCRIBIR LIBROS, escribe poemas, artículos o breves ensayos. Esa es la preparación para un libro. Muchos se frenan de escribir porque van pensando en el libro de su vida. Eso es absurdo. Escribe, una hoja a la vez, en su debido tiempo tendrás un libro.

10. SE HONESTA. No escribas mentiras o des la impresión de escribir para congraciarte con el que lee. Siempre tendremos personas que no les va a gustar lo que escribamos y otros que estarán contentos con nuestras palabras. Escribe para ti, no para los demás, si eres honesta, siempre tendrás lectores que estarán contentos con tus palabras que nacen desde tu verdad... No olvides que escribir es trasmitir una visión de mundo, la tuya, es lo que tú ves.

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Vivir el duelo de un rompimiento

PREGUNTA

"Le escribo por que no me siento bien. Hasta hace poco tiempo tuve un novio, habíamos hecho planes de casarnos. Pero, finalmente, debido a su falta de compromiso con Dios y conmigo, decidí cortar la relación. Sin embargo, tenía miedo de mis reacciones cuando él encontrara alguien más. Bueno pasó, mucho antes de lo que yo esperaba. Está saliendo con alguien que yo conozco muy bien porque fuimos compañeras de la facultad.

Me preocupa lo que siento, no logró separar su elección de mi estima personal. Siento que soy fácilmente reemplazable y nada especial, no logro entender por qué si sólo traté de dar lo mejor. Miro para adelante y no encuentro motivación, no logro desalojar la auto compasión de mi y no sé cómo avanzar, ya no me animo a ir a los lugares que frecuentábamos, ni siquiera a la facultad, me da mucha vergüenza, porque hace solo un corto tiempo él me hacía promesas. Mis padres sienten que esta situación lleva mucho tiempo, que debería superarlo y seguir adelante, pero me cuesta ver la luz después al final del túnel.

Por otro lado, tampoco sé cómo encarar mi relación con Dios en este ámbito de mi vida, me gustaría saber que él está en el timón de mi vida pero el no tener paz al respecto me llena de culpa.

Tengo este horrible sentimiento de no pertenecer a ningún lugar, y de estar perjudicando a los que están conmigo y a mi familia".

RESPUESTA

Apreciada amiga:

En primer lugar, permíteme expresar mi empatía por ti y por lo que estás viviendo, sé muy bien que es doloroso que alguien hace muy poco tiempo te haya expresado amor y ahora, con tanta facilidad esté viviendo una experiencia similar con otra persona. Pero, en el fondo lo que debería mostrarte es la calidad de persona que es él. Si él hizo promesas que no estuvo dispuesto a cumplir, es su problema y no algo por lo que tú deberías afligirte. El dolor que sientes es normal, pero no debería aplastarte, al contrario, la vida es elección y él ha elegido, no dejes que eso te aturda, elige vivir, y hacer algo con tu vida que valga la pena. Llorar por alguien que ha demostrado que no es digno de tu amor no es sabio.

No mires la situación en función de ti. No es esa la perspectiva correcta. No te está reemplazando, está eligiendo. No te equivoques al pensar que te están rechazando, todo lo contrario. Mira el lado positivo, él ha elegido, probablemente a alguien de su propia calidad. Te libraste de una persona inestable, no llores por eso, no es justo ni una acción inteligente.

Tienes que sobreponerte. Huir no va a ser una salida. Al contrario, te va a costar más. Vergüenza hay que sentir cuando uno ha hecho algo malo, pero tú no has hecho nada de lo que haya que avergonzarse. Así que deja la autocompasión, ese camino te va a llevar a situaciones más complejas. Deja de centrar el problema en ti, porque no eres tú el problema, es él quien ha elegido y no ha sido lo suficientemente veraz ni consigo mismo ni contigo.

Lo que tus padres deberían entender, al igual que tú, es que las personas viven sus duelos de manera distinta. Probablemente te está costado tanto porque esta situación dejó en evidencia una serie de conflictos que de un modo u otro hubiesen salido a luz en otra circunstancia. Era cosa de tiempo. Cualquier crisis emocional te hubiese llevado a esta situación. Venías arrastrando algo que en algún momento iba a reventar. No dejes que esto te aplaste. En eso puedes elegir. La actitud que asumas es tu decisión.

Querida amiga, el buen Dios en el que creemos te abraza cada vez que lloras. Está contigo en todo instante. Sabe exactamente lo que sucede. Pero, Dios no puede elegir por ti, es tu decisión. Recurre a Dios sin peticiones. Sólo acércate como alguien que necesita estar en paz. Canta, lee tu biblia, ora y trabaja por otros, y eso te va a ayudar a salir.

¿En qué estás perjudicando a tu familia? Eso es absurdo. Las familias son para ayudarse en todo momento, no sólo cuando uno está bien, si a ellos no les gusta que llores, ese es su problema, no tuyo, pero no dejes que eso te amilane. No olvides que parte de toda esta situación está relacionado con ellos. Levanta la frente y aférrate a lo que tienes no a lo que has dejado.

Busca a una persona cercana, una amiga, un consejero cristiano, un psicólogo, alguien que te escuche y que no se asuste de las lágrimas. Si necesitas llorar, hazlo. No te reprimas, pero no permitas que el dolor nuble tu pensamiento y tu capacidad de pensar. Hay mucho para vivir. Un mal noviazgo no debe amilanarte y dejarte tendida en el piso. Eso no es sabio. Sentir lástima de ti misma no es el camino. A su debido tiempo, cuando hayas sanado de este duelo, estarás en condiciones de amar y ser amada. No te desanimes.

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Participación en la Santa Cena

PREGUNTA

"A mi me queda clara la definición de santidad, justificación, y lo que es pecado. Sin embargo, quisiera saber si una persona no bautizada puede participar de servicio de comunión (la cena del Señor) bíblicamente".

RESPUESTA

Apreciado amigo:

No sé cuán claro te quedó la idea de santidad, justificación y pecado, si haces esta pregunta, porque en el fondo estás con duda acerca de si las personas pueden acercarse o no a la comunión cristiana.

A través de la historia muchas personas han tratado la Cena del Señor como un sacramento, es decir, como un rito que otorga salvación. Dicho enfoque obliga a las personas a pensar en dicha acción simplemente como un acto donde sólo los "salvos" tienen acceso y todos los demás están condenados. Dicha perspectiva es equivocada, y nuevamente confunde el concepto de pecado y la santidad con esfuerzo propio y justificación personal.

La realidad es que la Cena del Señor es sólo un símbolo que Jesús, didácticamente, instituyó como una forma que la iglesia recordara la salvación y la gracia. El centro de la comunión no es el cristiano pecador (si así fuera, entonces, fácilmente se cae en la justificación por obra y la santidad propia). El centro del rito de comunión es Cristo. Jesús mismo señala el momento diciendo: "Hacedlo en memoria de mi" (1 Corintios 11:25). Al decir esto, el Maestro señala claramente que la visión del cristiano en la cena del Señor debe estar centrada en el significado y no en el participante.

Por lo demás, los símbolos son representaciones de la sangre: El pan que representa el cuerpo de Cristo que por nosotros es ofrecido en sacrificio y la sangre símbolo de purificación y salvación, son ambos elementos que deberían hacernos concentrar en la gracia.

Por último, quiénes originalmente participaron en la Cena del Señor estaban lejos de estar preparados. Estaba Judas, a quién Jesús permitió participar. Pedro que estaba lejos de comprender los motivos del Maestro y los demás, que estaban motivados por el orgullo y la vanidad. Que anhelaban puestos y representaciones.

No hay ningún versículo bíblico que sugiera ni remotamente la posibilidad que a la Cena del Señor sólo tienen acceso quienes estén bautizados o ya sean miembros del cuerpo de Cristo. Si así fuera, se perdería el elemento más importante de la simbología que es mostrar el acceso a la gracia.

Muchos cristianos, inbuidos de un fariseismo falto de misericordia gustan de excluir a quienes ellos consideran no aptos o no limpios. La pregunta es, ¿quién es apto?, ¿quién por mérito propio está limpio?

La Cena del Señor al contrario, es un excelente momento para atraer a quiénes están lejos de la gracia y aún no rinden su vida al Maestro. Quiera el Señor que tú y otros hermanos con tendencias judaizantes puedan ser más magnánimos, llenos de misericordia y sigan las palabras de Jesús: "No juzguéis, para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?" (Mateo 7:1-4).

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Sobrevivir a un adulterio

PREGUNTA

"Mi esposa me fui infiel. Ella es impulsiva, tanto en lo bueno como en lo malo. Ella es una mujer muy peleadora, que le gusta dominar en todo. Estoy desencantado con ella. Somos de la iglesia y creo que ahora yo necesito ayuda porque me siento atraído por otras mujeres y no deseo cometer adulterio. No sé qué hacer".

RESPUESTA

Es normal que en un contexto de conflictos matrimoniales como el que tú expones un varón o una mujer, se sienta atraído(a) por otra persona, especialmente si tienen características diferentes a tu propia esposa.

Por otro lado, es imposible que los seres humanos no nos sintamos atraídos por otras personas, aún estando casados. No obstante, la atracción no excusa el tomar malas decisiones como el convertirse en adúltero.

Creo que tú y tú esposa necesitan ayuda de un consejero u orientador cristiano que tenga formación en psicología. Tú esposa, con su actitud puedes estar mostrando que tiene un conflicto que arrastra y que no ha sido capaz de resolver. La forma en que la calificas muestra que situaciones en su vida que no están bien y necesita ayuda.

Pasaron por un quiebre producto de un adulterio. Con mayor razón necesitan ayuda. Muchas personas, superficialmente creen que basta con “perdonar” una infidelidad, pero no es así, ese es apenas el primer paso. Es preciso realizar otras acciones que contemplen:

Analizar las culpas compartidas. No existen “inocentes” en un adulterio. Lo que hay son responsabilidades mutuas diferenciadas. De alguna forma ambos han cometido errores que los han llevado a esa situación y con la ayuda de un consejero es posible descubrirlos y enfrentarlos.

Analizar el proceso de la infidelidad. Eso implica entender cómo es que llegaron a esa situación y buscar la forma de prevenir para no caer en lo mismo.

Reflexionar en la dinámica de su matrimonio. A veces las personas sin darse cuenta propician malos resultados por la forma en que actúan y por la manera en que se tratan, lo que no es sano para una relación de pareja.

El que tu esposa sea peleadora y conflictiva, puede ser la punta del iceberg, de alguna manera tú tampoco estás contribuyendo a que la situación sea diferente, por lo tanto, necesitan buscar a un consejero cristiano. 

Ambos deben leer el libro de Tim La Haye, Usted se enoja porque quiere, donde el autor analiza la dinámica del enojo y la mala manera que tenemos de enfrentarlo.

Del mismo modo, Walter Riso, escribió un libro titulado Amores altamente peligrosos, que hace un análisis de la personalidad y de cómo esta afecta a la relación.

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