PREGUNTA
"Me encuentro en un dilema y no encuentro la salida. A los 16 años me embaracé y decidí casarme. Ambos éramos de la iglesia. Al pasar los días mi vida empezó a cambiar, el empezó a querer estar conmigo y yo negarme porque quise que mi embarazo no llevara mancha alguna. Cuando yo le decía, más me obligaba. Luego nunca me dejaba en paz, siempre me manoseaba y si no estaba con él eran noches de llorar y un infierno. Cuando nació mi hijo mis padres casi no me visitaron. Él me decía que mis padres no me querían y me humillaba. Hasta que comenzó a golpearme, y ahí se inició otro infierno. Todo ese tiempo callé. Luego nos bautizamos y todo siguió igual, el bautismo no le hizo nada. Hasta que un día lo decidí y lo abandoné por mi hijo que ya veía todas esas cosas. Cuando lo dejé, al tiempo volví a encontrarme con un antiguo amigo. Él me ayudó mucho, me brindó su casa, su ayuda y comprensión. En ese tiempo nos fuimos enamorando. Él me entiende y me comprende y esta dispuesto a darme una vida mejor con mi hijo a quien acepta. Ha demostrado quererme pero mis padres quieren que regrese con mi ex-esposo, aunque ellos nunca han estado cuando los he necesitado. Tengo 19 años y no se qué hacer ahora. El que fue mi esposo me confiesa que vivió una relación extramatrimonial con una muchacha durante dos meses. El que me lo contara no me produjo nada por que no lo amo. Sin embargo, es mucha la presión que tengo para que regrese con él, mis padres, la iglesia, y amigos, me dicen que lo haga por el niño. No encuentro salida, vivía sometida a él con violencia de todo tipo, ahora me siento bien, en paz. En el aspecto religioso mi ex-esposo dice que esto es del enemigo que el quiso destruir su matrimonio. Desde el principio quise dejarlo, sin embargo, no podía porque no tenía el apoyo suficiente. Por favor, deme un consejo por qué realmente no sé qué hacer".
RESPUESTA
Apreciada amiga:
Aunque lo que cuentas no es nada nuevo, no me deja de sorprender la similitud de tu caso con los miles que hemos atendido en los años anteriores. Es horroroso ver que los ciclos se dan de manera tan certera y que aún cuando, supuestamente, en este mundo avanzamos, hay conductas que siguen siendo tan comunes como el sol y la noche.
Adolescente embarazada
En primer lugar, en el momento en que te embarazaste eras una niña. Lo último que deberías haber hecho es casarte. El matrimonio es la peor salida para un embarazo adolescente.
Los estudios que se han realizado en múltiples oportunidades muestran que el embarazo adolescente no ocurre por promiscuidad sexual. La mayoría de las veces es simplemente por carencias afectivas, especialmente en la relación con el progenitor varón. En tu caso es evidente que tus padres han brillado por su ausencia. En vez de condenarte deberían pedirte perdón.
Una adolescente embarazada debe:
Conclusión
"Me encuentro en un dilema y no encuentro la salida. A los 16 años me embaracé y decidí casarme. Ambos éramos de la iglesia. Al pasar los días mi vida empezó a cambiar, el empezó a querer estar conmigo y yo negarme porque quise que mi embarazo no llevara mancha alguna. Cuando yo le decía, más me obligaba. Luego nunca me dejaba en paz, siempre me manoseaba y si no estaba con él eran noches de llorar y un infierno. Cuando nació mi hijo mis padres casi no me visitaron. Él me decía que mis padres no me querían y me humillaba. Hasta que comenzó a golpearme, y ahí se inició otro infierno. Todo ese tiempo callé. Luego nos bautizamos y todo siguió igual, el bautismo no le hizo nada. Hasta que un día lo decidí y lo abandoné por mi hijo que ya veía todas esas cosas. Cuando lo dejé, al tiempo volví a encontrarme con un antiguo amigo. Él me ayudó mucho, me brindó su casa, su ayuda y comprensión. En ese tiempo nos fuimos enamorando. Él me entiende y me comprende y esta dispuesto a darme una vida mejor con mi hijo a quien acepta. Ha demostrado quererme pero mis padres quieren que regrese con mi ex-esposo, aunque ellos nunca han estado cuando los he necesitado. Tengo 19 años y no se qué hacer ahora. El que fue mi esposo me confiesa que vivió una relación extramatrimonial con una muchacha durante dos meses. El que me lo contara no me produjo nada por que no lo amo. Sin embargo, es mucha la presión que tengo para que regrese con él, mis padres, la iglesia, y amigos, me dicen que lo haga por el niño. No encuentro salida, vivía sometida a él con violencia de todo tipo, ahora me siento bien, en paz. En el aspecto religioso mi ex-esposo dice que esto es del enemigo que el quiso destruir su matrimonio. Desde el principio quise dejarlo, sin embargo, no podía porque no tenía el apoyo suficiente. Por favor, deme un consejo por qué realmente no sé qué hacer".
RESPUESTA
Apreciada amiga:
Aunque lo que cuentas no es nada nuevo, no me deja de sorprender la similitud de tu caso con los miles que hemos atendido en los años anteriores. Es horroroso ver que los ciclos se dan de manera tan certera y que aún cuando, supuestamente, en este mundo avanzamos, hay conductas que siguen siendo tan comunes como el sol y la noche.
Adolescente embarazada
En primer lugar, en el momento en que te embarazaste eras una niña. Lo último que deberías haber hecho es casarte. El matrimonio es la peor salida para un embarazo adolescente.
Los estudios que se han realizado en múltiples oportunidades muestran que el embarazo adolescente no ocurre por promiscuidad sexual. La mayoría de las veces es simplemente por carencias afectivas, especialmente en la relación con el progenitor varón. En tu caso es evidente que tus padres han brillado por su ausencia. En vez de condenarte deberían pedirte perdón.
Una adolescente embarazada debe:
- Estudiar para no truncar su vida. Contra viento y marea debe terminar sus estudios, de tal forma de no convertirse en una estadística más del ciclo de la pobreza que se relaciona con personas que no pueden tener autonomía económica por razones sociales y de preparación adecuada.
- No casarse. Una embarazada adolescente es una niña que de pronto se ve enfrentada a la tarea de ser esposa, no estando preparada psicológicamente para ser madre, menos para ser esposa.
La mayoría de los "santos" fariseos, que lamentablemente nos acompañarán hasta el final de los días, están más preocupados por la imagen que por las personas. En el fondo, no le interesan las personas y por esa misma razón, actúan del modo en que lo hacen.
Por cuestiones de imagen presionan a adolescentes a emprender matrimonios que (parafraseando a García Márquez): Son sólo "crónica de un divorcio anunciado".
Tus padres te abandonaron en el momento en que más los necesitabas. Cuando una adolescente se embaraza no es el momento para criticar, juzgar, condenar ni tirar piedras. Es cuando los padres deben hacer una reflexión profunda sobre sus propias responsabilidades y asumir su cuota en el asunto, ayudando a su hija a seguir adelante, sin un matrimonio forzado y colaborando para que se pueda valer por sí misma. Un matrimonio, para una adolescente embarazada no es una solución, es una condena.
Violencia doméstica
El cuadro que presentas es una constante. El abuso sexual, físico y psicológico del que has sido objeto es común en casos como el tuyo. Gracias por la valentía que tienes para decirlo, porque con tu pregunta, abres las puertas a muchas jóvenes que como tú padecen la tortura de vivir con el enemigo.
Regresar con tu ex-esposo es ir a dormir con un lobo. Los cocodrilos suelen llorar cuando van a morder a su presa, no le creas ni sus lágrimas ni su dolor. Eso no es suficiente. El sinvergüenza se llama cristiano pero no lo ha sido desde hace mucho tiempo, si es que alguna vez lo fue...
El matrimonio es un pacto. El día en que él te obligó a tener relaciones sexuales en contra de tu voluntad, es decir, te violó, él rompió el pacto matrimonial. Nada ni nadie te obliga a continuar con él.
El hecho de que haya tenido una aventura extraconyugal es un pelo de un gato, es simplemente abundar más en el asunto. Su verdadero carácter lo ha demostrado no con su adulterio, sino en la forma en que te ha tratado.
Tú no estás obligada a estar con un abusador, violador y manipulador. Tus padres si realmente lo fueran, deberían denunciarlo a la policía en vez de presionarte para que vuelvas con él. Seguramente, como muchos otros padres que conozco, les interesa un comino su propia hija y están pensando en el "qué dirán"....
Es preferible que tu hijo crezca sin su padre, que estar al lado de un cocodrilo que se mantendrá pacífico por algunos días y luego aflorará toda su carga de violencia contenida.
Por otro lado, el que tu ex-esposo le eche la culpa al "enemigo" de sus actos, demuestra que o no tiene cerebro o es simplemente uno más de los sinvergüenzas que siempre buscan excusas para justificar sus acciones. Ni el diablo nos puede obligar a realizar algo que no queremos. La voluntad es nuestra. Lo que decidimos es exclusivamente nuestra responsabilidad. Él diablo no lo obligó a violarte, tampoco a agredirte física ni psicológicamente, eso fue únicamente responsabilidad de él.
Presión
Si los hermanos de tu iglesia están preocupados por él, que le paguen un psicólogo o lo internen en una clínica psiquiátrica y a ti te dejen en paz. ¿Dónde estuvieron ellos cuando él te golpeaba? ¿Donde estaban cuando fuiste violada? ¿Qué derecho tienen a presionarte? Ellos se irán a sus casas tranquilamente mientras tú te vas a vivir con un violador.
Tus amigos y tus padres no tienen derecho a decirte qué hacer. La única que debe decidir aquí eres tú. Es un error presionar a las personas a tomar decisiones en contra de su voluntad. Ya fue un error haberte casado por un embarazo no deseado, no aumentes otro error y con eso multipliques tus horrores. Cuando llegues a despertar de la pesadilla no sólo tendrás un hijo sino varios, y allí la situación será mucho más tormentosa.
Presionar a una niña adolescente para asumir responsabilidades no acordes con su edad es un acto de negligencia paterna y adulta. Las iglesias y las familias que hacen eso por cuidar la imagen, tienen una gran responsabilidad por el sufrimiento de tantas jóvenes que han sido empujadas a vivir horrores que podrían haberse evitado. Algún día tendrán que dar cuenta por su falsedad y falta de caridad.
Enamorada
Es lógico que te enamores de alguien que te trata con bondad. Eso se llama en psicología, mecanismo de compensación y amor por asociación. Sin embargo, analiza bien. Enamórate por las razones correctas. No cambies a un tirano con puños de acero por un tirano con guantes de seda. En ambos casos, serás víctima de un error grave.
A menudo enamorarse cuando se está en un estado de vulnerabilidad emocional hace que las personas se confundan. para saber que realmente estás enamorada debes sanar psicológicamente y eso lleva tiempo. Por lo menos, dos años y con ayuda.
A menudo enamorarse cuando se está en un estado de vulnerabilidad emocional hace que las personas se confundan. para saber que realmente estás enamorada debes sanar psicológicamente y eso lleva tiempo. Por lo menos, dos años y con ayuda.
No creo que debas unirte a una persona en este momento. Tienes 19 años. Aún eres una niña. Edúcate, busca la forma de tener por último un oficio, depende de ti misma. Alimenta a tu hijo tú. No le dabas nada a nadie. No te cases para que te alimenten, eso es denigrante. Cásate porque sabes que él es la persona que completará tu vida y con la cual tendrás un proyecto de vida.
Nadie se ha muerto por esperar. Haz lo que tienes pendiente. Tu propia vida. Y luego, cuando esté todo bien, y seas independiente económicamente, cásate por las razones correctas. Estuviste con un violador, maltratador y adúltero, entonces tienes derecho a casarte cuando quieras, pero hazlo por las razones correctas, no por la presión de un pan.
Hasta el momento tu vida ha sido una telenovela, no permitas que otros sigan escribiendo el guión horroroso que has vivido.
Conclusión
Sé cordial, pero firme con tus padres. Ellos no tienen nada que decir, perdieron ese derecho el día que te enviaron a las manos de un abusador y no hicieron nada para impedir que eso no ocurriera.
Puedes salir adelante. Soy hijo de una madre, que a los 35 años se quedó sola y abandonada con cinco hijos que alimentar y no mendigó nunca ni salió a buscar a un marido para que la alimentara. Al contrario, nos enseñó a trabajar, a confiar en Dios y a salir adelante. Si mi viejita pudo con cinco, tú puedes también con uno.
Levanta la frente. Tienes dignidad. Cristo murió por ti para perdonarte, cuando te bautizaste fuiste perdonada, no tienes cuentas que saldar con nadie. Pero no te olvides que Dios también te dio cerebro, úsalo.
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Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez
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