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La muerte de una novia

PREGUNTA

"Perdí a mi novia hace algunos años, murió. Yo la amaba con todo mí ser. No tengo necesidad de amar a otra persona aunque ella no está. Aunque extraño su persona con toda mi alma. Las personas dicen que debo sanar y 'seguir' mi vida. Seguir mi vida para mí es esperarla hasta cuando venga Jesús. ¿Qué debo hacer? ¿Hay algún consejo en la Biblia?"



RESPUESTA

Apreciado amigo:

Habitualmente las personas, con buena intención, procuran que nos sintamos mejor diciéndonos cosas como: Ya pasará, podrás encontrar a alguien, superarás el dolor, etc. Sus intenciones son buenas, sin embargo, como no saben que decir, pretenden señalarte cómo vivir tu duelo.

Para empezar, el único que entiende realmente lo que sientes eres tú y Dios. Nadie más. Tienes todo el derecho del mundo de no amar a nadie más y esperar hasta el momento de la resurrección donde nos encontraremos nuevamente con nuestros amados. Jesús dijo: "Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá" (Juan 11:25). Así que él nos asegura que nos reuniremos nuevamente con quienes hoy no están.

Si quieres esperar hasta el retorno del Señor, para reencontrarte con tu novia, es tu derecho, y no permitas que te presionen o te hagan sentir mal, es tu decisión. Sólo vive tu duelo, y no dejes que la tristeza te nuble el pensamiento. Si tu elección es motivada por el amor y la esperanza, adelante, hasta la mañana de la resurrección.

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Tal como en las otras respuestas, publicamos la misma con autorización de la persona involucrada. Sin embargo, quienes nos preguntan a través de nuestro blog, asumen la autorización explícita para publicar la respuesta en el mismo sitio. 


Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez 

No se permite la publicación de este material sin la previa autorización del autor.

3 comentarios:

  1. Pastor Miguel, gracias por la respuesta en vivo también. Los sigo a la distancia desde mi "soledad" en casa (comillas para poner algo de humor). Y si.. yo soy ese amigo en común, el mismo que pregunto. Gracia a Dios, el usó vuestros labios para decir lo que necesitaba escuchar. Una vez más gracias. Hna. Mery, si es cierto, pensé en esa infidelidad al amor que tuve, pero poco a poco, paso a paso Dios ayuda. Dios los bendiga.

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