PREGUNTA
“Estoy viviendo un martirio en mi matrimonio. Con mi esposo nos conocimos sólo tres meses y decidimos casarnos. Yo conocí a su familia sólo dos semanas antes de casarnos. Él me trajo a vivir a la casa de su madre, donde viven además otros dos familiares. Tenemos un hijo pequeño.
Desde un comienzo hemos tenido problemas. Los familiares son alcohólicos sólo uno de ellos trabaja. Ellos se meten en mi vida y en la crianza de mi hijo. Mi esposo al principio me defendió, pero él no está en casa todo el día.
En la casa de mis padres tenía todas las comodidades, viví siempre bien, con todo lo necesario y más. Sin embargo, cuando me casé con él no tenía nada, ni lavadora. Sin embargo, estaba enamorada y pensaba que con eso era suficiente. Pensé tontamente que como estaba embarazada él me ayudaría a lavar la ropa, a hacer el aseo o colaborar de algún modo. Sin embargo, nada de eso hizo y con el tiempo, cada vez es peor.
Luego nació el niño y la cosa fue más difícil, él ni siquiera se molesta en levantarse en la noche si el niño llora o necesita algo. Al mes y medio de nacido nuestro hijo él perdió el trabajo. Yo soy una mujer de lucha, así que salí a buscar trabajo y encontré. Sin embargo, tenía que venir a darle de amamantar al niño y luego volver, lo hacía caminando para no gastar dinero en locomoción. Llegaba muerta de cansancio, las rodillas me tiritaban de cansancio, pero él no me ayudaba en nada. Le rogué que me ayudara y al menos me llevara al niño al trabajo para darle de mamar, pero nada. Luego conseguí un trabajo llevando costura a casa, tenía que ir a buscar y dejar el tremendo peso, pero él tampoco nunca quiso ayudarme. Al fin él consiguió otro trabajo, menos mal.
Nuestra vida está cada vez más difícil. Ya no tenemos intimidad, y aunque le digo por qué él no dice nada. Hace poco me salió con que él está decepcionado porque cuando estuvo sin trabajo yo lo humillaba. Realmente no sé cómo, porque lo único que hacía era pedirle que me ayudara un poco, cosa que nunca hizo. Él me dice que yo intentaba tratarlo como empleado. Al contrario, cuando yo trabajaba él de mala manera me decía: “Sírveme comida”. Ahora tenemos internet en casa, así que cuando él llega del trabajo, se pasa derecho a la computadora, a veces ni me habla a mí ni al niño.
El otro día le dije si estaba dispuesto a recibir charlas matrimoniales y él encogió el hombro y me dijo que le daba lo mismo. Yo me sentí dolida y le dije que él no se daba cuenta de nuestra crisis. El simplemente respondió que yo era demasiado sentimental y emocional, como todas las mujeres.
Realmente me siento mal y no sé qué hacer. No sé hasta cuando voy a soportar toda esta situación. Él es una persona que se esfuerza en la iglesia, de hecho es dirigente, pero en relación a nuestro matrimonio… no hace ningún esfuerzo que se note”.
RESPUESTA
Apreciada amiga:
He puesto casi todo el contenido de tu carta, omitiendo algunos párrafos y los datos personales. La razón de hacerlo, cosa que a menudo no hago, es simplemente para mostrar con tu caso una situación que a menudo se repite y se mantiene con alarmante constancia.
En primer lugar, tu carta se parece al guión de una telenovela mexicana. Tiene los ingredientes y el drama para eso. Por eso, quiero decirte que debes dejar el drama y tomar decisiones. Si no lo haces, dentro de algunos años estarás peor y en una situación de mayor conflicto. Mucho de lo que vives y has vivido es simplemente indignante, me he enojado leyendo lo que me dices, y también he sentido mucha tristeza por ti, por tu hijo, por tu esposo.
La pereza cubierta de machismo
Lamentablemente tu marido, aparte de ser flojo, cómodo y perezoso, es un machista digno para un psiquiatra y un abusador. Me indigna su actitud, porque con lo que hace simplemente te maltrata.
Pero en todo esto, la que tiene la culpa eres tú. Él ha actuado así porque tú lo has permitido. Deja de reclamar, de llorar, de implorar. Por ese camino no se consigue nada con los machistas, al contrario, te desprecia porque los de su calaña ven a las mujeres como lloronas, histéricas y sensibleras, y tú le estás dando la razón.
Eres una mujer de lucha. Lo demostraste saliendo a buscar trabajo mientras el flojo de tu marido se quedaba contando las hormigas de la cocina. Así que deja de llorar, y dale un ultimátum. Tú no eres una sirvienta eres su esposa. Si él no lo entiende, entonces, no vale la pena quedarse al lado de un sinvergüenza que el día de mañana te va a seguir maltratando.
Vivir con la familia
El primer error, que ha posibilitado los demás, es que has permitido algo que bíblicamente es incorrecto. La Biblia señala que la primera condición para formar un matrimonio es:
Cortar con padre y madre (Génesis 2:24).
La expresión cortar implica eso, dejar, abandonar, separar, no estar más. Al vivir con su familia no sólo te estás dañando, sino que no has podido crecer como pareja. Es un error vivir con la familia, más si se vive con la mamá de él, puesto que la mayoría de los machistas tienen madres que también lo son, así que lo más probable es que su madre lo crió así, como un flojo rematado que no es capaz de tomar un vaso de agua si alguna mujer no se lo pasa.
En la vida, por muy pequeños que sean los actos, éstos siempre tendrán una consecuencia.
El error de casarse sin conocer
Lamentablemente cometiste el error de muchos jóvenes que se enamoran del amor y no de la persona. Tres meses de conocerse no es nada. Nuestra recomendación es que antes de casarse deben conocerse al menos 6 meses a dos años y medio, pero de verdad, visitando a su familia, participando en actividades diferentes, etc. No como tú, que conociste a su familia dos semanas antes.
El otro error fue haberte embarazado enseguida. Nuestra recomendación es que las parejas estén al menos tres años sin hijos, para que aprendan a vivir juntos, se adapten y creen las condiciones para la llegada de otro ser humano. Aún las aves preparan el nido antes de poner huevos.
Decisiones que debes tomar
1. Ándate de la casa de tu suegra. Ojalá mañana mismo. Ponle un ultimátum a tu esposo. Dile que si no busca una solución te irás sola, pero no te quedes allí ni un minuto más. El dicho dice: “El que se casa, casa quiere”. Yo lo digo de otra manera:
El que se casa, casa quiere… y lejos.
2. No te embaraces de nuevo. Consulta a un médico y realiza un método de control de natalidad adecuado para no embarazarte. Tener otro hijo, en las condiciones en que estás viviendo, es simplemente un acto de irresponsabilidad.
3. Pon a tu esposo en su lugar. Es tu compañero y tú no eres su esclava doméstica ni sexual. Por lo tanto, comienza diciéndole que las responsabilidades de la casa se las repartirán. Él hará algunas y tú otras. El compadre flojo (es como la mandíbula de arriba, no hace nada), seguramente va a reclamar, se enojará, llorará como mocoso caprichoso (porque así lo crió su mamita), pero no cedas. No le laves, no le planches, no le hagas comida, no lo atiendas. Nació con brazos, piernas y supongo, aunque estoy con dudas… con cerebro. Tú trabajas, no es justo que llegues a casa a atender a un vago. Por último, si no trabajaras fuera de casa, atiendes a un niño que en muchos casos es más cansador que un trabajo de ocho horas fuera de casa, él debería llegar a casa a atenderte a ti.
Internet, abuso y evasión
Internet es una maravilla, pero cuando se mal usa se convierte en una evasión. Él es una persona con serios problemas emocionales, así que busca el computador como una manera de evasión, así que muy simple, toma los cordones del computador, el que lo alimenta de energía y el que conecta la pantalla, ponlos en una caja con llaves y esconde la llave.
Cuando llegue va a preguntar y le dirás:
-No te voy a entregar nada hasta que conversemos y pongamos los puntos sobre las iés. Si el machista flojo de marido que tienes se enoja e intenta agredirte verbal y físicamente, toma la maleta que ya la tendrás lista y ándate. Sacude tus pies y márchate. Quedarse al lado de alguien que no te valora, es simplemente un acto suicida.
Seguramente algunos de los fariseos de la iglesia romperán vestiduras y te dirán que debes ser una esposa paciente y debes orar. Incluso, alguno que lea lo que estoy escribiendo te dirá que eso es atentar contra el matrimonio. Pero no les hagas caso, ellos no viven con el Neanthertal de tu marido, sólo tú sabes lo que vives. ¡Qué lástima que sea dirigente de la iglesia! Es como muchos que conozco, espiritualizan la vida y luego maltratan a sus esposas. En la iglesia tienen cara de culto y en su casa son ogros.
En realidad, para ser honesto, en primer lugar, no me interesa tu matrimonio. Lo primero que me preocupa es tu equilibrio emocional, tu dignidad y la armonía interior que estás perdiendo. En estos casos, el matrimonio pasa a segundo lugar, lo que importa es que Dios no creo el matrimonio para que las mujeres sean sirvientes sino compañeras. Dios no planeó una institución donde los varones traten a sus esposas peor que animales, ese es el plan del diablo, y como dice la Biblia, hay que alejarse del mal (es el otro nombre que tiene tu marido).
Contigo pan y cebolla
Ese dicho, repetido en telenovelas cebolleras y dignas de novelas de Corín Tellado es una plaga, un virus que ataca directamente el cerebro de muchas mujeres que leen tonterías. La verdad es que no existe tal cosa, y quienes lo creen se quedan sólo con las cebollas.
El que tu marido se quede tan relajado viendo que su esposa sale a trabajar, y no es capaz de llevarle ni siquiera el niño para amamantarlo, y luego cuando ella consigue un segundo trabajo, el compadre no es capaz ni de ayudar a cargar los bultos, y luego tiene la desfachatez de exigir comida… es para agarrarlo del cuello y no para hacerle cariño. Eso no es matrimonio es abuso. ¿Cómo es posible que después se sienta herido porque tú le pediste ayuda? ¿Cómo puedes caer en su juego y creerle a tamaño espécimen Neanthertal? Hasta Pedro Picapiedras ayuda en su casa...
Búscalo por la buena. Habla con él, trata que razone. Pero algunos consejos para hacerlo:
1. Haz una cita. Llámalo para hablar contigo en un lugar neutral. En la plaza, en un restaurant, a orillas del mar, donde sea, pero donde haya testigos y no esté solo. Lo suficientemente privado para hablar, pero suficientemente cercano a otras personas para que el Neanthertal que habita en él no salga.
2. Busca un momento de descanso, un día domingo en lo posible, y que sea en la mañana, no de madrugada, pero no de tarde, para que esté descansado.
3. Lleva anotado lo que le quieres decir. Le dices que escuche, que quieres hablar, y que por favor, no diga nada hasta que termines.
4. Todo lo que digas tiene que estar en función de un acuerdo. Los acuerdos son compromisos donde existen pactos donde dos personas deciden poner su parte. Con el espécimen de marido que tienes, lo más probable es que no querrá hacer nada, así que en ese momento establece un ultimátum, claro y con fecha.
La sexualidad no es el problema
Muchas mujeres, especialmente las que han bebido de la reina de las cebollas latinas, Corin Tellado, y otras de su singularidad, creen que los problemas matrimoniales se arreglan en la cama.
Pero no, es al contrario, la vida sexual es simplemente reflejo de la vida que llevan. Es evidente que tu vida no marcha y eso se refleja en la apetencia sexual de él y en la forma en que enfrentan su vida íntima. No es posible que a la edad que tiene no tenga deseos sexuales, el problema es otro, psicológico, emocional y tiene que ver con el estilo de matrimonio que han construido.
Por lo tanto, la vida sexual es un síntoma, no es el problema. Lee mi libro Sexo y amor, y comienza a estudiar el tema. Si los otros asuntos de tu vida se solucionan, evidentemente tu vida sexual tomará otro giro.
El necesita aprender que está casado con un ser humano que tiene dignidad, mientras eso no ocurra, te verá como un bulto con el cual en ocasiones tiene encuentros sexuales, eso es lo mismo que tener vida sexual con un muñeco de hule, no sirve más que para dañar la autoestima y tú dignidad.
Conclusión
Es probable que algunos pasajes de este email te parezcan duros, pero quiero decirte que es mucho más duro y difícil lo que te espera si no tomas decisiones. La vida se tornará cuesta arriba y en pocos años serás una sombra de la mujer que fuiste, y ¿para qué?
Creo en el matrimonio, pero no en el martirio ni en el abuso. No le tengo lástima a los Neanthertal que se hacen llamar maridos, al contrario me dan pena por lo que provocan y por lo que se ocasionan a sí mismos. ¡Ni el Espíritu Santo puede con ellos si no se arrepienten ni deciden tomar otras decisiones! ¡Dios no transforma a nadie a la fuerza! (ojalá el Neanthertal de tu marido lea esto, a ver si recapacita).
Los abusadores no cambian con ruegos, sino con acciones concretas. Eres la arquitecta de tu propio porvenir, tú decides qué tipo de vida quieres vivir.
Deja de llorar y ponte a trabajar. Si no resulta, no te olvides que siempre es infinitamente mejor estar sola que mal acompañada (y hace rato que estás pésimamente mal acompañada). Empieza a usar el cerebro, apaga las telenovelas y tira a la basura a la Corín Tellado.
Si tu marido reacciona, bien por él, señal que aún le quedaba una neurona buena. Si no reacciona, deja de llorar y busca otro rumbo antes que te destruya. Tuya es la decisión. Tuya es tu vida. Pregúntate: ¿Es lo que quiero estar viviendo dentro de cinco o diez años? ¿Es el proyecto de vida que tengo, llorar y ser abusada el resto de mi vida? ¿Es el tipo de vida que quiero darle a mi hijo? Luego, contéstate y toma una decisión.
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pastor gracias por los consejos
ResponderEliminarpastor,necesito un consejo de ud, tengo dos adolescentes,estan muy contestones,no tienen interes por la iglesia,tengo que llevarlos a rastras a la iglesia,tengo que estar detras de ellos para que hagan sus tareas del colegio,mi esposo no es adventista,se que estoy pagando las consecuencias de mi mala eleccion,mi esposo me ayuda con los quehaceres de la casa,pero al mismo tiempo reniega de la iglesia,discutimos a veces, nose como manejar la situacion,quisiera cambiarlos a un colegio adventista a mis hijos pero estan lejos de donde vivo,mi hija quiere pintarse usar joyas por lo que ve a sus amigas,tengo miedo que mis hijos se desvien ,pastor que actitud debo tomar con mi familia.
ResponderEliminarme ,lo mismo que a esa señora,me creia fuerte soy una floja, me averguenzo pzstor de lo que aguantado de mi marido por miedo a las sensuras de la iglesia , de paso hace 6 años estamos separados de piesa y le digo arreglar la situacion el me pregunta areglar que si todo esta biem , no aguanto mas el un sr en la iglecia tienen cargos y un sr en su trabajo en casa es mudo sordo y dicapacitado, quisiera cintaRLE TODO ,ESTOI ENFERMA MI SALUD NO DA MAS VIVO LLORANDO, DOLOR EN EL PECHO Y COMO EL VA ALA MISMA IGLECIA ESTOI DEJANDO DE IR, ES MUY LARGA LA HISTORIA YA PASARON 34 AÑOS DE CASADOS ME ESTOI VOLVIENDO LOCA ES LO QUE ME DICEN LOS MEDICOS QUE TENGO QUE DEJARLO YAAAAAAAAAAAAAAAAAAA, ME DA LASTIMA NO SE NO SE QUE HACER PORFAVOR ALLUDAMEEEE
ResponderEliminarme gusto mucho este articulo
ResponderEliminarMuy interesante... con su permiso lo compartire. Dios le bendiga
ResponderEliminarREALMENTE ESPECTACULAR.........
ResponderEliminarBuenos temas pr de mucho interes como los que suele compartir
ResponderEliminarPastor, me encantan sus artículos, me gustaría escribirle pero no se a donde hacerlo. sus consejos me parecen tan pertinentes como necesarios y enfocados siempre desde el punto de vista cristiano.
ResponderEliminarmuy bueno...el hombre (en este caso, mujer) es más importante que las instituciones que se crearon para beneficio del hombre. En medio del problema, es dificil pensar con claridad. Las cosas por su nombre... no es lo mismo flojo y abusador, que amante esposo
ResponderEliminarUyyy !Muy bueno!
ResponderEliminarmuy bueno
ResponderEliminartodavia existen algunos trogloditas sin cerebro....
ResponderEliminarExcellent Article!!!
ResponderEliminarDios le bendiga pastor solo quiero decirle a la Señora de la carta que además sino arregla las cosas con su esposo ys e queda estará permitiendo que su amado hijo crezca para ser un bruto igual que el padre o una victima como ella, no tengas miedo hermana Dios es padre yo me fui y no con uno con dos niños y Dios cuidó de mi y de mis hijos no me arrepiento mi hijo mayor es un hombre recto consciente, trabajador y responsable totalmente distinto a su padre así que confía en Dios y sé valiente
ResponderEliminarDios creo que es bueno que vayass con tu familia y les comentes para que te ayuden a salir de ahi si e bebe te lo puecden cuidar o meterlo a un jardin hazlo! Yo ando tratando de solucionar mi matrimonio igual qe tu mucha suerte
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