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Planificación familiar responsable


PREGUNTA

"Soy psicóloga cristiana, a menudo me preguntan sobre planificación familiar, aparentemente en muchas iglesias este es un tema tabú que no se enseña en la gran mayoría de las congregaciones. He visto que algunos incluso se niegan a siquiera tratar el tema. Lo único que he escuchado es que lo recomendable es el método natural del ritmo. Quiero tener claridad en el asunto para orientar a mis pacientes y hermanos en la fe. Le agradezco alguna orientación".


RESPUESTA

Apreciada amiga:

Los mitos tienen la virtud de proliferar en el tiempo y volverse consuetudinarios, es decir, convertirse en dogmas que las personas se niegan a discutir. Lo que hay en el fondo de estos miedos a los métodos anticonceptivos son una serie de ideas que no sólo no tienen asidero en la Biblia sino que además, introducen sesgos peligrosos, que lo único que hacen es traer dolor y sufrimiento a las personas.

El mito de los hijos dados por Dios

El primer mito que hay que enfrentar es la idea de que los hijos los envía Dios. Es común escuchar a la gente decir, "el hijo que Dios me dio" o frases semejantes. Bajo ese prisma, se enseña que los hijos son "enviados" por Dios y que hay que aceptarlos sin más y sin poner ninguna traba para recibir dicha "bendición".
Lo interesante es que en ninguna parte de la Biblia aparece idea semejante. Lo único que la Biblia sugiere es que los hijos son "herencia de Jehová", entendido en el contexto hebreo, la expresión herencia es una idea que no tiene contraparte en el pensamiento occidental. Herencia en el mundo antiguo se entendía como una responsabilidad que alguien recibía de administrar bienes que le pertenecían al que había muerto. Esto se hacía como una medida de protección social con la prole y descendencia del que moría. El que se hacía cargo de una herencia debía administrarla a nombre del que la había entregado, asumiendo todo lo que eso implicaba en términos de pagar compromisos, atender la descendencia y administrar para que los bienes no se perdieran.

El texto de Salmo 127:3 toma esta analogía y lo aplica a los hijos, en el entendido que debemos cuidar de lo que hemos recibido... ¿qué cosa provee Dios? La vida, como don, pero él no decide sobre la procreación.
Si Dios enviara los hijos, entonces, sería un Dios injusto y arbitrario. Le daría hijos a mujeres drogadictas y alcohólicas, y no a personas responsables que hacen un tremendo esfuerzo físico y emocional para tener hijos y no se embarazan. Estaríamos frente a un Dios, por decir lo menos, caprichoso, que no hace bien su trabajo de elegir la mejor madre para los hijos que entregaría. ¿Cómo entender además que la gente más pobre tiene más hijos de los que realmente los pueden cuidar? Se necesita sólo un poco de inteligencia para saber que esa forma de encarar el asunto no es correcta.

¿Qué da Dios? La vida, pero no es el que engendra ni procrea. La responsabilidad es exclusivamente de las parejas que eligen tener hijos dentro de sus posibilidades. 

Fue en la Edad Media donde este mito tomó fuerza, se necesitaba obra de mano y gente para la guerra, por lo tanto, cualquier impedimento para aumentar la población fue visto como una acción políticamente incorrecta. De allí al mito sólo hubo un paso. Bastó que a alguien se le ocurriera que los hijos los envía Dios y que si se impide su nacimiento, se estaría estorbando "la voluntad de Dios". Han pasado siglos, y aún hay gente que piensa lo mismo.

Lástima que exista este pensamiento que incluso llena de sentimientos de culpa a muchas parejas estériles que se ven anegadas de culpa al creer que no están siendo bendecidos por Dios porque no les "da" hijos. 

El mito de la función procreadora del matrimonio

Fue también en la época medieval donde, paralelo al impedimento de la anticoncepción, se introdujo la idea de que la única razón para la existencia del matrimonio era la procreación. Sin embargo, cuando se lee la Biblia con cuidado los hijos no son pensados como "obligación" sino como "bendición". 

Si hiciéramos caso al mito, entonces, una vez que una pareja tuviera hijos no tendría razón para seguir existiendo como tal y debería separarse. Por otro lado, si el mito estuviera en lo cierto, cualquier relación sexual que no tuviera el propósito de procrear estaría restringida y sería un error.

Lo cierto es que en algunos momentos de la historia se enseñó esa idea absurda. Se animaba a las parejas a separarse, porque ya habían cumplido con su deber de procrear, en el fondo, se sospechaba de la sexualidad, así que se suponía que si tenían relaciones sexuales sin el fin expreso de procrear entonces estaban pecando. 

El matrimonio no existe para procrear hijos, si así fuera, estaríamos condenando al divorcio a aquellas parejas que no han podido tener hijos, tal como en algunos momentos de la historia el catolicismo ha hecho, animar al divorcio a quienes no han "cumplido" con su deber de procrear.

Por esa razón el catolicismo ha vendido la idea de que los preservativos deben ser combatidos, porque impedirían la concepción. Como la única razón del matrimonio sería, supuestamente, la procreación no se aceptaría la relación sexual por sólo placer, de allí, de paso, que esta práctica defendida hasta la majadería, ha hecho que en muchos lugares las enfermedades de transmisión sexual hayan proliferado más.


El matrimonio existe en primer lugar para que el varón y la mujer no estén solos, es decir, según Génesis 2:18, los seres humanos no pueden vivir en soledad, por esa razón, la pareja aparece como el plan divino para superar esa condición humana básica. Por otro lado, los hijos vienen para irse, son como dice el salmista en Salmo 127 "saetas" que están para ser "lanzadas" fuera del nido.

Siguiendo esta lógica, la razón de ser del matrimonio no está vinculada a los hijos, sino a la relación de pareja que crece en términos de compañerismo, ayuda mutua y equilibrio (Génesis 2:18).

El mito de los microabortivos

Como se ha querido limitar y controlar la anticoncepción, la iglesia popular, ha insistido hasta la majadería en la idea de los microabortivos. Por esa razón, no aceptan los anticonceptivos y promueven la idea del método natural, como única fórmula para evitar embarazos.

La realidad, es para que el llamado método natural funcione, se necesita una mujer muy regular y que además tenga la suficiente constancia para estar midiendo su temperatura corporal, para de esa manera, poder controlar exactamente el momento en que puede tener relaciones sexuales. Siendo pragmáticos, eso es casi imposible. Creo que para lo único que sirve el método natural es para aumentar la población y tener más y numerosos embarazos no deseados.

Es cierto que existen microabortivos, pero en la mayoría de los casos lo único que hacen los anticonceptivos es impedir la concepción, nada más. Crear a partir de allí el mito de que "todos" los anticonceptivos son microabortivos, es simplemente, ignorancia.

La realidad de la planificación familiar

Es un acto de irresponsabilidad ética y moral, traer un niño sin tener las condiciones adecuadas para atenderlos. 

Dios nos ha dado voluntad, no sólo órganos sexuales. Ha provisto al ser humano de inteligencia para ser capaz de elaborar criterios para poder vivir la vida de una manera ordenada y con equilibrio. No hay nada de orden en traer uno y más niños, para perpetuar la pobreza, la enfermedad y el sufrimiento.

Se deben tener hijos en el momento en que las parejas estén en condiciones de hacerlo. Para tener hijos, una pareja sabia que recién se casa, dejará pasar al menos dos o tres años, puesto que ese es el tiempo que más o menos necesita una pareja sana para aprender a vivir juntos, para adaptarse y desarrollar una dinámica que cree las condiciones para un hijo.

Luego de eso están en condiciones de traer un niño, cuando se den las posibilidades ciertas de tener los recursos, el lugar y las posibilidades. Para hacer eso es preciso planificar la familia.

No existe planificación familiar sin métodos anticonceptivos. Sin embargo, no se trata de que vaya a la farmacia y compre el primer anticonceptivo que me sugieran. Cada mujer es diferente, por lo tanto, cada persona tiene que ser evaluada por un profesional de la salud para que determine qué tipo de anticonceptivo se adecua mejor a sus características personales, lo que incluye conocer enfermedades previas, condiciones de salud generales y resistencia o no a algunos medicamentos. Tan nocivo como no utilizar medios anticonceptivos, es auto medicamentarlos. Es preciso ser guiado por un especialista.

Conclusión

Usar métodos anticonceptivos no es optativo, es una obligación moral. Toda persona que realmente aprecie la vida y entienda el significado de formar a una persona, comprenderá la importancia de utilizar métodos anticonceptivos.

Educarse, asistir a charlas, leer, informarse, sobre métodos anticonceptivos, es un imperativo ético. De otro modo, lo único que lograremos será perpetuar el nacimiento de niños que no deberían haber venido, al menos, en las condiciones en que muchos se encuentran.


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Tal como en las otras respuestas, publicamos la misma con autorización de la persona involucrada. Sin embargo, quienes nos preguntan a través de nuestro blog, asumen la autorización explícita para publicar la respuesta en el mismo sitio. 

Copyright: Dr. Miguel Ángel Núñez 
No se permite la publicación de este material sin la previa autorización del autor.

2 comentarios:

  1. Excelente artículo!!

    En nuestra iglesia es muy común escuchar frases como: "Nos estávamos cuidando naturalmente, y me embarazé, fue la voluntad de Dios" ... cuando los hijos vienen sin planificación, fue la voluntad de Dios... y cuando los hijos vienen con planificación fue nuestra voluntad... ;/

    Vamos a responsabilizarnos por nuestros actos! nuestras decisiones!

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  2. Muy buen análisis, pero considero que la parte de que Dios sería injusto, si fuera Él que da los hijos, debe ser explicada de otra forma. Porque se explica en este escrito que entonces Dios sería injusto porque vemos a drogadictas con hijos y a otros que pueden criar bien, sin hijos. En ese sentido, entonces Dios seria injusto como sea, porque algunos tienen salvación y otros no. Dios es soberano. Es verdad que cada quien que tiene relaciones sexuales,tiene probabilidad de tener un hijo, pero Dios es quien da la vida. Si Él permite que alguien nazca es Su voluntad. Es fácil de razonar. Es cierto que algunos nacen de relaciones sexuales ilícitas, pero aún así, Dios pudo haber decidido que no nacieran y nacieron, por qué? Porque Dios tiene un propósito con cada ser humano. Cada vida es importante para Dios. Claro, yo entiendo el punto y estoy de acuerdo con la planificación. Pero hay que saber que todos esos métodos hacen daño al cuerpo de la mujer y del hombre. Estará Dios de acuerdo en que una mujer se tome toda esa hormona o introduzca algo en su cuerpo que es extraño, sin estar corriendo un riesgo de salud, o sea, sin ser esto para evitar o controlar una enfermedad. No se. Tengo mis dudas aún. Mientras dudo y no encuentro una respuesta más Bíblica, no me queda de otra que aceptar la planificación. Ojalá recibas una respuesta de este comentario, si tienen la respuesta a mis dudas. Dios les bendiga. Gracias por medios como este. Espero entiendan mis dudas y no que crean que estoy juzgando al escritor.

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