PREGUNTA
"Soy líder en la iglesia y necesito saber cómo actuar en un problema que estamos viviendo en la congregación. Un hermano está pasando por una situación de celos desde hace mucho tiempo con su esposa. Ella sufre en secreto y está muy callada, no sale de su casa y si sale se lleva a alguna persona menor para que la acompañe de tal manera que él no valla a pensar nada malo. Él la tiene restringida, y se niega a contar sus problemas y la advierte que ella no debe contarle a nadie la situación que hay entre ellos dos. Han dejado los cargos en la iglesia, él la chantajea diciendo que se va a ir y nunca lo hace. Él se ha creado una identidad falsa en Facebook y la insulta y maltrata. Además la indispone recordando sus relaciones pasadas. Tienen un negocio juntos, por lo que siempre están en casa. No sé cómo ayudarles y hacerles entender el problema".
Respuesta
Apreciado amigo:
Gracias por escribir y plantear esta triste situación, voy a ser claro y directo como a menudo suelo ser, para que no exista ambigüedad en lo que plantearé.
Consejos y voluntad
Es un principio básico en orientación que no se puede aconsejar a quien no quiere. Por mucho que ustedes se acerquen a él, si él no desea recibir orientación, la situación es difícil.
Por lo tanto, a la única persona que pueden ayudar es a ella, quien les ha contado en parte lo que ocurre. Es ella la que puede y debe poner límites, y la única que puede tomar una decisión que podría poner fin a esta lamentable situación.
Sin embargo, debe ser bien asesorada, porque si ella tiene tanto miedo es porque le resulta creíble que él podría ejercer violencia contra ella, si es que ya no lo ha hecho.
En general, las víctimas corren más peligro cuando los victimarios quedan en evidencia y las víctimas se atreven a hablar. Por eso es necesario ayudarla a crear a una red de apoyo que pueda sostenerla en caso de que ella tome la decisión de dejarlo, porque vivir al lado de un celópata no sólo es incómodo, con el paso del tiempo, la situación se torna más compleja, difícil y peligrosa.
Celopatía y violencia
No hay razones que expliquen la celopatía. Los celópatas generalmente son personas con baja autoestima y con serios problemas de control emocional y de relación.
La celopatía en sí misma, es una forma de violencia, porque supone no sólo falta de confianza en la pareja, sino que va generando una serie de situaciones que limitan el accionar de la persona con la cual vive y de la que siente celos.
Es muy difícil que los celópatas no recurran a la violencia para poder mantener el control de sus víctimas.
Eso de que los celos son una muestra de amor, es un concepto enfermizo y tóxico. Los celos son un grave problema de una personalidad disfuncional.
Aún cuando existan motivo, la celopatía es un problema que puede terminar, como es habitual, en incidentes de violencia física o verbal. Los celópatas tienen una gran necesidad de control por creer que tienen "derechos de propiedad" sobre una persona.
Celos y propiedad
El lenguaje coloquial transmite algunos absurdos como la expresión "él es mío" o "ella es mía", como si otro ser humano pudiera ser propiedad de alguien. Lo que no sólo resulta absurdo, también se torna en peligroso, cuando comenzamos a tratar a otra persona como si fuera propiedad personal.
El amor y las relaciones de pareja son una relación de consenso, que en buen castellano significa que son voluntarias.
Toda persona tiene derecho a romper una relación, por mucho que haya sido escriturada en un registro civil como una relación matrimonial o sea de hecho, o de noviazgo. Las parejas se forman voluntariamente, y nadie debería ser obligado a quedarse en una relación que no desea. Los celópatas no lo entienden, por más razones que se le den.
Celopatía y patologías de la personalidad
Las personas que sufren de celopatía pueden desarrollar algunas patologías de la personalidad que pueden ser muy difíciles de manejar. Pueden tornarse en personas obsesivas, que fijen toda su vida en torno a la persona que dicen "les pertenece".
Las obsesiones pueden derivar en patologías psiquiátricas como neuropatías o incluso en cuadros psicopáticos. Lo que complica más el problema.
Es un mito creer que los celos son inocuos y pasajeros.
Animarla a tomar una decisión
La persona que está siendo víctima de un celópata, en este caso, la hermana de iglesia, necesita asesoría profesional para aprender a interactuar con este problema, y ser capacitada para tomar decisiones de alejamiento en el caso de que sea necesario.
Si hay hijos, se produce un clima de tensión que resulta nocivo para los niños, y en algunos casos, los niños son utilizados como medios de control, lo cual enreda más el problema.
Tomar una decisión es quedarse bajo la condición de que él reciba ayuda profesional y la familia sea orientada para mitigar los daños que se han producido, sin duda, hasta ahora.
Iglesia y celópatas
Es común que en la ignorancia, la gente tienda a culpar a la víctima de celopatía. Expresiones como "algo habrá hecho" o "si el río suena", lo único que hacen es producir angustia y estrés en quienes están siendo víctimas. Lo que hay que saber es que aún cuando la persona haya dado motivos, es inocente de la celopatía, porque los celópatas lo serán con o sin razón, y en ambos casos, configurarán una personalidad con problemas.
Por otro lado, las iglesias corren el riesgo de espiritualizar el problema y dedicarse sólo a orar. ¿Por qué no hacen lo mismo cuando alguien tiene cáncer o se ha quemado totalmente el cuerpo?
Cada vez que se trata de salud mental, en las iglesias existen dos conductas posibles:
a. Culpar a fuerzas misteriosas de lo que ocurre en la mente de dicha persona, con lo cual lo único que se logra, es que la patología se acreciente y no se le hace frente con ayuda profesional retardando la sanidad.
b. Creer que es un asunto espiritual que se resuelve exclusivamente con oración y ayuno, que es simplemente, equivocar los tantos, y hacer como siempre, una doctrina de un texto aislado de su contexto.
Conclusión
La hermana corre un gran riesgo. Si no es ayudada para que busque ayuda profesional, el riesgo aumentará.
No se puede hacer nada con él a menos que pida ayuda o acepte su condición.
En este caso, como en muchos, no hacer nada luego de saber lo que ocurre, es un acto de irresponsabilidad y también de complicidad con el agresor.
Que Dios le bendiga
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Es tan cierto todo lo que dice, es como una radiografía de mi matrimonio, viví 13 años con un celopata, y no se quien estaba peor el o yo que soporte tanto, si alguien conoce a una mujer víctima de un celopata, ayuden la una, dos, tres veces, es muy difícil salir de una relación así, y como bien dice necesita una red de apoyo, y en esa Red
ResponderEliminarno puede faltar el apoyo psicológico.